El mundo de la tecnología es, a la vez que apasionante, una de las muestras mas claras del capitalismo en su mas puro estado. Obsolescencia programada y necesidades auto inducidas son dos conceptos que vienen a la mente de cualquiera que se ponga a reflexionar al respecto. Un producto físico, además, condenado a morir, que ha llegado a quedar desfasado en cuestión de 6 meses, pues su constante renovación no deja que el usuario disfrute de su producto de última generación. Partiendo de esto, ¿Qué son los smartwatches? ¿Realmente tienen su hueco en el mercado? ¿Lo necesitamos en nuestro día a día?.
Es cierto que cada vez mas estamos mas monitorizados, para bien o para mal. Esa recopilación de datos personales tiene sus ventajas, desde mejorar los anuncios que recibimos hasta mejorar las recomendaciones en base a nuestros datos de geolocalización. Pero también tienen sus contras. Google,por ejemplo, no asegura la privacidad de sus usuarios. Todas las principales tecnológicas se han visto salpicadas por el escándalo de la NSA y esto es una cosa bastante seria.
Se debe instaurar la cordura a la hora de consumir tecnología y, si bien puedes sentir fascinación por nuevos productos, también debes saber dónde está el límite y darte cuenta de que la tecnología es principalmente, un instrumento para facilitarnos la vida. ¿Nos facilita la vida uno de esos dichosos smartwatches? ¿Necesitamos realmente recibir la notificación de que hemos sido mencionados en Twitter en nuestra muñeca?.
Al final de la jugada, las nuevas tecnologías traerán productos como smartwatches o gafas de realidad aumentada y seremos los usuarios los que decidamos si llegan para quedarse o se desinflan y caen en el abandono.
¿Queremos smartwatches?
Personalmente, la oferta actual a mí no me ofrece nada, pero veremos si al final de cuentas cambiare de opinion acerca de este artículo y terminare vistiendo el último grito en wearable gadgets del momento.
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